2 de septiembre | Día de la Industria, en una difícil situación
Más allá de las herramientas que desde el ámbito oficial se ofrecen a la industria en relación a facilidades de pago de deudas impositivas; opciones de acceso al financiamiento; plataformas para simplificar pequeñas exportaciones e incluso de los beneficios que ofrece la Ley 27.264 -conocida como Ley PYME-, este Día de la Industria encuentra al sector en una difícil situación.
Si bien determinados rubros industriales reflejan niveles de actividad razonables, no podemos soslayar la situación crítica de muchos otros; los índices reflejados por diversas consultoras y el mismo Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y, sobre todo, la realidad cotidiana que viven las PYMES.
Las dificultades del gobierno nacional para controlar variables de la economía que resultan esenciales, como la inflación y el tipo de cambio, generaron un escenario de incertidumbre al cual no es ajeno el sector industrial.
Obviamente, hay otras variables económicas que también afectan al sector. Sería engorroso enumerar todas, pero no podemos dejar de mencionar, por ejemplo, las exorbitantes tasas de interés o la apertura indiscriminada de importaciones.
Asimismo, las pregonadas políticas de ajuste que vienen implementándose provocan como efecto –quizás no deseado- un enfriamiento del mercado interno y repercuten negativamente de manera directa en las pequeñas y medianas industrias, las cuales en gran parte dependen de aquél.
No cuestionamos el ajuste en sí mismo, ya que probablemente haya ámbitos donde es necesario hacer correcciones, sino el criterio de ese ajuste. Éste no debería estar basado en meros recortes, sino apuntar a la mejora de las finanzas con producción y crecimiento.
El valor agregado a las materias primas y la generación de mano de obra son elementos propios de la naturaleza de la industria, la cual requiere que se agrande la economía, no que se achique; que se adopten medidas para el crecimiento, no simplemente tendientes a gastar menos.
Creemos que es necesario consensuar e implementar un plan a largo plazo destinado al desarrollo de la industria nacional, pues evidentemente los pasos dados hasta ahora van en otra dirección o, por lo menos, resultan insuficientes.
Desde la Cámara seguiremos desplegando un accionar institucional para la defensa y promoción del sector, no sólo en el orden local sino también provincial y nacional por medio de las organizaciones empresarias en las cuales tenemos activa participación.
Con la esperanza de que este nuevo Día de la Industria sirva para reflexionar sobre las necesidades del sector y su vital importancia para el país, saludamos muy especialmente a los industriales de la región.